- Las nuevas bombillas que se han instalado son de tecnología led que preservan la pintura mural que iluminan, a diferencia de las anteriores que resultaban muy agresivas y dañaban la obra pictórica.
La Capilla de los Dolores de la Basílica de Santa María de Mataró ha abierto de nuevo sus puertas al público después de recobrar su originario esplendor. Se ha presentado el resultado de un año de obras en los que se ha restaurado la pintura mural y se ha instalado una nueva iluminación. La Fundación Endesa ha colaborado en esta segunda fase de las obras aportando el nuevo sistema de alumbrado de este espacio tan peculiar y de alto valor artístico. También han colaborado el Arzobispado de Barcelona, la Generalitat de Cataluña y la Diputación de Barcelona a través del Ayuntamiento de Mataró. Los nuevos focos son de tecnología led, lo que permitirá preservar la pintura mural tanto de las paredes como el techo, recién restaurada, a la vez que ayudará a destacar la belleza de la obra. La Compañía ya había participado anteriormente en la primera fase de obras del templo, que se terminaron en 2014 y que consistieron en la renovación del sistema de alumbrado y de la totalidad del sistema eléctrico de la basílica.
En el acto de inauguración, celebrado este miércoles 20 de julio, asistieron la consejera de Enseñanza, Meritxell Ruiz, el arzobispo de Barcelona, Mn. Juan José Omella; el alcalde de Mataró, David Bote y el concejal de Cultura, Joaquín Fernández. Se organizó también una sesión de puertas abiertas con visitas guiadas para toda la gente que quiso acercarse para ver la nueva Capilla.
El Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña ha dirigido la restauración
Este templo ha sido sometido a un trabajo intensivo de restauración por las humedades, los problemas con el barniz que se les había aplicado, y, en no menor medida, por la iluminación deficiente del conjunto monumental que había anteriormente. Los focos, muy próximos a las pinturas murales y del techo, cuando se encendían, hacían variar muchos grados en pocos segundos la temperatura ambiente, lo que creaba un deterioro grave y provocaba desprendimientos en la pintura mural.
Las tareas de rehabilitación han consistido en fijar la pintura en aquellos lugares donde se había levantado, usando una resina y tratar la obra pictórica del techo y paredes así como los paramentos y lunetas afectados, siempre bajo criterios de conservación y restauración. A tal efecto, la Agencia Catalana del Patrimonio Cultural elaboró un ambicioso proyecto de restauración de este espacio, advirtiendo, sin embargo, que con carácter previo se había de dar solución a la iluminación de la capilla, una de las causantes de su estado. Y es en esta partida, en la destinada a la nueva iluminación, donde ha participado la Fundación Endesa. Las obras han sido dirigidas por el Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña (CRBM) y ha contado con un equipo de entre 6 y 12 conservadores-restauradores, una cifra que ha ido variando según los procesos previstos.
La Capilla Sixtina catalana
La Fundación Endesa ya había participado en la primera fase de las obras que finalizaron en diciembre de 2014. Concretamente participó, junto a la Diócesis de Barcelona y la misma parroquia, en la actualización de la red eléctrica y en la renovación del alumbrado ornamental, que pasaron de tener bombillas convencionales a tener unas de tecnología led. En esta primera fase se reformó la estructura eléctrica y de luces del presbiterio (paredes y techo) y de las capillas del Santísimo Sacramento, Santo Cristo, Virgen de Montserrat, Santas Juliana y Semproniana, San Antonio y San Pedro. Estos son los espacios de uso más habitual de la basílica, y es por ello que se han priorizado a la hora de ejecutar la reforma.
Las pinturas murales que lucen en la popularmente conocida como "Capilla Sixtina catalana" constituyen una pieza única del barroco catalán, que se han mantenido inalterada durante los últimos tres siglos. Con esta obra de restauración, ahora luce con todo su esplendor.
La Parroquia de Santa María de Mataró data del siglo XVII y es obra del arquitecto milanés Ercole Turelli, uno de los exponentes del Barroco catalán mejor conservados. Está declarada Bien Cultural de Interés Nacional. El acuerdo permitirá, por tanto, resaltar uno de los patrimonios históricos y artísticos del Maresmes.