Tras los terremotos de 2011, la iglesia de San Patricio de Lorca (Murcia) ha reabierto sus puertas en el mes de marzo. Han sido casi seis años en los que se han reparado todas sus estructuras, acabados e instalaciones, con un coste total de 4.776.346 euros. Un montante aportado por el Estado, la Comunidad Autónoma de Murcia, el Obispado de Cartagena, la Fundación Caja Murcia y Fundación Endesa.
Desde la Fundación hemos contribuido a la reapertura del templo mediante la iluminación de su interior. Ha sido un proyecto en el que se han empleado las últimas técnicas en iluminación primando la eficiencia y sostenibilidad a través de luminarias de bajo consumo.
Así, la principal fuente de luz son los leds que nos ofrecen la posibilidad de disponer de diferentes ópticas y accesorios para el control de deslumbramiento. Una tecnología además con mucha vida útil y bajo consumo. Todas ellas se han ubicado en las cornisas de cada una de las naves, así como en los capiteles de arranque de las nervaduras, más un segundo punto de iluminación correspondiente al nivel de los ventanales, iluminados desde frentes opuestos.
La Colegiata de San Patricio sigue siendo hoy el edificio paradigmático de la arquitectura religiosa lorquina, y sin duda, es el templo más importante e interesante de toda la Región, después de la Catedral de Murcia.
Lo más sorprendente ha sido la recuperación de cientos de metros cuadrados de pinturas murales, que se encontraban tapadas por diferentes manos de pintura.
El equipo técnico dirigido por el arquitecto Juan de Dios de la Hoz, recibió el Premio Europa Nostra de Conservación del Patrimonio, considerado el más importante en su categoría, por la recuperación de esta joya arquitectónica.