- Miguel y Mario son dos treintañeros que han iniciado el curso de ‘Instalaciones electrotécnicas en edificios’.
Los dos protagonistas del reportaje son seguidores del Real Madrid. Confían en ganar la Champions y también la Liga. Mario, con 34 años y natural de San Sebastián, trabajaba de ‘estibador portuario, albañil, pintor y de lo que saliera’, confiesa durante la entrevista. Con la nueva formación de ‘Instalaciones electrotécnicas y de telecomunicaciones en edificios’, que ha promovido la Fundación Endesa y Cáritas en Ferrol (A Coruña), para ser electricista, él se muestra súper ilusionado y con ganas de aprender. ‘Llevo pocas semanas en el curso pero me está encantando. Quiero aprovecharlo, realizar las prácticas que nos ofrecen y la oportunidad de seguir aprendiendo’, asegura este donostiarra tras meses conviviendo con el desempleo. Lo mismo opina Miguel, madrileño de 39 años, que se ha visto obligado a buscar una nueva profesión tras más de 20 años desempeñándose en la hostelería.
La resiliencia de los estudiantes
Miguel es un padre luchador, risueño y con una gran sonrisa. Él manifiesta que esta formación para ser electricista ya le ha entreabierto las puertas del mercado laboral: ‘el presidente de la comunidad de mi bloque de pisos ya me ha comentado que cuando termine el curso, le gustaría contratarme para que me encargue del buen funcionamiento del edificio’. La situación familiar de Miguel no es fácil. Tanto su mujer como él llevan meses en el paro, sin ningún trabajo estable y solo recibiendo pequeñas ayudas que les han permitido sobrevivir junto a sus cuatro hijos. Miguel, sigue sonriendo y viendo el sol en esta tempestad laboral.
La formación tiene una duración de más de 400 horas distribuidas en 6 meses de lunes a viernes con una parte teórica y una práctica. El temario está integrado por el contenido específico en electricidad y, también, por las materias transversales de igualdad de género, de medioambiente, de habilidades sociales y de las nuevas tecnologías. Para finalizar los estudios, los 12 estudiantes del curso realizarán prácticas en las empresas colaboradoras del sector.
Aprender a desaprender
A Miguel y a Mario les emociona el profesor del módulo: ‘es un hombre atento, que escucha nuestros problemas y que sabe explicar el temario con clases dinámicas’. Los alumnos cuentan que en estos primeros días han aprendido consejos útiles para ahorrar energía con simples gestos como, por ejemplo, desenchufar el cargador del móvil de la corriente cuando ya esté cargado. El docente da las clases combinando esta formación práctica con el temario específico del módulo y los contenidos transversales.
Los otros diez compañeros de Miguel y Mario comparten un perfil similar. Son inmigrantes, jóvenes que han experimentado el fracaso escolar, parados de larga duración y, también, mayores 45 años que se encuentran en situación de vulnerabilidad social. Son personas que, sobre todo, tienen motivación para el desempeño de esta ocupación e ilusión por seguir adelante.
Hoy Miguel ha cocinado berenjenas rellenas para comer aunque según su hija y el propio Miguel su plato estrella son las lentejas: ‘¡las que hago yo son las mejores. Me salen genial!’. Habrá que probarlas…
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