La UNESCO define Educación Ambiental como una corriente internacional de pensamiento y acción cuya meta es procurar cambios individuales y sociales que provoquen la mejora ambiental y un desarrollo sostenible. Este enfoque de la educación ambiental se enfrenta a dos clases de retos: los retos ecológicos, donde se forme a los jóvenes a orientar sus valores para logar una relación armónica con la naturaleza y mayor conciencia ambiental; y los retos sociales, que permitan cuestionar la distribución y el uso de los recursos naturales actuales en un mundo donde la riqueza está injustamente repartida.
Respondiendo a esta necesidad, la UNESCO ha elaborado el Programa de Acción Mundial (GAP) para la Educación para el Desarrollo Sostenible, el cual reconoce la importancia de la educación para conseguir las metas establecidas en los objetivos de 2030 y donde se fijan dos objetivos:
- Interiorizar la necesidad de promover un futuro sostenible mediante un cambio en la concepción de la educación y el aprendizaje. El cambio debe dirigirse hacia la adquisición de conocimientos, habilidades valores y actitudes que empoderen a los jóvenes y les permitan interactuar de una manera sana con el medio.
- Priorizar la educación ambiental y el aprendizaje en todas las agendas, programas y actividades educativas de tal manera que desde sus bases se promueva el desarrollo sostenible.
A través de las sucesivas ediciones de los Premios a la Ecoinnovación Educativa, hemos visto cómo estas propuestas sobre educación ambiental toman cuerpo y forma en pequeñas actividades que los centros educativos pueden desarrollar. El objetivo es que integren un programa de educación medioambiental en su currículum e incorporen otras buenas prácticas que ayuden a asimilar conocimientos teóricos sobre la importancia de cuidar y respetar la naturaleza y a cambiar el comportamiento de los alumnos.
“Los premios pretenden despertar preguntas de fondo a los estudiantes, como el porqué y el sentido de la conservación de la naturaleza o las causas del deterioro ambiental y, sobre todo, en qué medida sus iniciativas responden a una auténtica convicción, al margen de modas pasajeras.”
A continuación, os dejamos una econoticia protagonizada por varias escuelas de Perú y sus proyectos sobre educación ambiental. Son un ejemplo de cómo pequeños cambios y acciones pueden tener un gran impacto, no sólo en los alumnos que lo desarrollan, sino en el centro, en las familias, en el entorno educativo y, por supuesto, en el medio que nos rodea.