Acercar a los alumnos a una joya ecológica de su entorno, conocerla y estudiarla, con el objetivo de aprender a cuidarla y respetarla. ‘La dehesa: Estudio ecológico y agroganadero de un legado histórico’ . Así se llama el proyecto del IES Gustavo Adolfo Bécquer de Sevilla, ganador de la II edición de los Premios Fundación Endesa a la Ecoinnovación Educativa, dentro de la categoría 1
“Hicimos una excursión a la sierra Norte de Sevilla y nos despertó gran interés y decidimos estudiar este maravilloso ecosistema como es la dehesa. Un grupo de alumnos, comenzamos a reunirnos por las tardes para informarnos sobre la amplia biodiversidad de este ecosistema, y más tarde decidimos diseñar y desarrollar un estudio que terminó siendo el primero en los premios de Endesa”, cuenta Eduardo González, uno de los alumnos del IES Gustavo Adolfo Bécquer participantes en este estudio ecológico.
El proyecto ecológico de los 19 estudiantes del instituto sevillano se ha basado en una intensa revisión bibliográfica y en un trabajo de campo orientado al análisis botánico (flora, fauna, micorrizas) de la dehesa. También han estudiado a fondo los sistemas de producción (ganadería, apicultura), la identificación de problemas y la reforestación de la zona con encinas y alcornoque.
“Hemos aprendido a valorar lo que antes no valorábamos y animamos a todos los alumnos y alumnas de España, a que se unan a esta gran experiencia”
– Eduardo González, alumno del IES Gustavo Adolfo Bécquer
Los profesores también han realizado un balance muy positivo de su participación en los Premios Fundación Endesa a la Ecoinnovación Educativa de Fundación Endesa con este estudio ecológico de la dehesa. Según Manuel Jiménez Márquez, maestro de Biología y Geología, “lograr sacar a sus alumnos y alumnas al campo, ya es en sí, una satisfacción indescriptible. Ponerlos a trabajar cooperativamente en grupos organizados, previo estudio bibliográfico profundo, es todo un reto. Estar rodeado de sus sonrisas, de sus ganas de aprender, de su perplejidad al adentrarse por primera vez, en un silencioso bosque de encinas, es algo inefable, un regalo para ellos y un triunfo para todos”.
“Romper el tedio férreamente impuesto por las nuevas tecnologías, hacer que lo olviden por un rato, y entrar en contacto directo con la naturaleza, debe ser objetivo fundamental para aquellos que nos dedicamos a impartir enseñanzas relacionadas con el medio ambiente”
– Manuel Jiménez Márquez, profesor de Biología y Geología
Además del trabajo en equipo y del buen ambiente que se crea, Jiménez también ha destacado la importancia de los más jóvenes que establezcan vínculos emocionales con el medio ambiente y conozcan mejor el mundo que les rodea a través de proyectos innovadores ecológicos. “¿Cómo podemos pedirles luego que protejan nuestro patrimonio natural si no lo conocen por vivir a la sombra del cemento de la gran urbe? ¿Cómo explicarles que si desaparecen las especies por influencia humana, habremos perdido una biblioteca genética antes de tiempo y quizás la solución a alguna enfermedad? ¿Y sobre la huella ecológica o sobre el Cambio Climático, qué diremos?”, han sido algunas de las reflexiones del profesor.
Por todo ello, Jiménez cree que “cuando sientes que algo es tuyo, que te pertenece no sólo como entidad física según los límites marcados por las fronteras, sino porque se ha establecido un vínculo emocional, es cuando entonces podremos establecer una base firme para la defensa de nuestro patrimonio medioambiental”. Y para ello considera el trabajo en proyectos como una excelente herramienta.
El profesor de Biología y Geología ha agradecido a Fundación Endesa la oportunidad que han vivido los alumnos. “Es algo a lo que deberían animarse más empresas, hacen falta este tipo de iniciativas”, ha dicho.